En lo profundo del centro de cada diente hay un área llamada cámara pulpar. Una infección en la cámara pulpar puede ser dolorosa y provocar problemas dentales graves. ¿Qué es exactamente la pulpa dental? ¿Y cómo se infecta la pulpa dental?
¿Qué es la pulpa dental?
La pulpa dental a veces se denomina raíz del diente. Al igual que las raíces de un árbol, es la vía para que los nutrientes suban al diente. La pulpa está formada por nervios y vasos sanguíneos, rodeados por una capa protectora llamada dentina. La envoltura de la dentina es la capa dura y externa del diente: el esmalte. La dentina es más blanda que el esmalte. Si algo se abre paso a través del esmalte hasta la dentina, la pulpa dentro de la cámara pulpar que se encuentra debajo corre el riesgo de infección y caries.
¿Qué es una infección?
Una infección ocurre cuando las bacterias que causan enfermedades invaden el tejido vivo. La pulpa dentro de un diente también es tejido vivo y, por lo tanto, puede infectarse. La afección a veces se conoce como pulpitis.
Las indicaciones típicas de una infección de la pulpa dental son el dolor de muelas, especialmente al masticar, y la sensibilidad a alimentos y bebidas calientes o fríos. A veces también incluirá un oscurecimiento del esmalte dental o hinchazón y sensibilidad de las encías.
Algunos pacientes también pueden experimentar síntomas como fiebre, hinchazón en la cara y las mejillas, o ganglios linfáticos sensibles debajo de la mandíbula.
¿Cómo llegó allí la infección?
La forma más común en que las bacterias ingresan a la pulpa dental y causan una infección es a través de los portes dentales, más comúnmente conocidos como caries dentales. La caries dental es el resultado de la acumulación de ácidos y bacterias en los dientes en forma de una sustancia pegajosa llamada placa. Si la placa no se limpia con regularidad, pueden aparecer caries.
Las caries comienzan como pequeños agujeros en el esmalte del diente, pero pueden crecer si no son rellenados por un dentista. Cuando una caries se hace más grande y profunda, puede atravesar el esmalte hasta la dentina. A partir de ahí, es un viaje corto a través de la dentina hasta la cámara pulpar.
Las caries no son la única causa de infección. Cualquier cosa que debilite o rompa el esmalte dental y la dentina, exponiendo la pulpa a bacterias dañinas, puede causar pulpitis. Los dientes rotos o fracturados a través de una lesión física pueden permitir la entrada de una infección. En algunos casos raros, el uso excesivo o los procedimientos dentales incorrectos pueden ser los culpables. La perforación excesiva o el fotopolimerización pueden causar puntos débiles que hacen que las raíces de los dientes sean vulnerables.
¿Por qué duele tanto la pulpa dental infectada?
La inflamación es uno de los signos de infección. Ya sea por caries u otro traumatismo, cuando las bacterias invaden la pulpa dental, habrá hinchazón. Debido a que la pulpa está encerrada en dentina y esmalte, el tejido inflamado queda atrapado. No hay ningún lugar al que pueda ir la hinchazón, por lo que la presión se acumula dentro del diente. Esto causa mucho dolor.
Reparación de un diente infectado
Lo mejor es consultar a un dentista inmediatamente a la primera señal de molestia en la boca. Las caries, cuando se descubren a tiempo, se pueden rellenar con poco dolor y a bajo costo. Los problemas que han progresado a la infección de la pulpa requieren tratamientos más complejos y costosos.
La pulpa dental que está infectada normalmente se trata con un procedimiento de endodoncia. El dentista puede hacerlo él mismo, o puede derivar al paciente a un endodoncista. Los endodoncistas se especializan en endodoncias. El primer paso es una pulpectomía, en la que se extrae el tejido pulpar infectado del interior del diente. La cámara de pulpa vacía se limpia y luego se llena. El último paso es sellar el diente para que no puedan entrar más bacterias.
Las endodoncias tienen la reputación de ser dolorosas, pero en realidad no son malas. El artículo ¿Duele una endodoncia tanto como dicen? explica el procedimiento paso a paso.
Extracción de un diente infectado
Si la pulpa infectada no se trata, se puede formar un absceso. Esto sucede cuando la infección crece y las bacterias se filtran fuera de la cámara pulpar hacia el espacio entre el diente y el hueso de la mandíbula. Se formará un bulto hinchado y doloroso en la encía por encima del diente infectado. En casos muy graves, la infección puede extenderse al hueso de la mandíbula, el oído, los senos paranasales o el cuello. En casos raros y graves, los pacientes pueden incluso desarrollar sepsis.
Cuando la infección pulpar es extensa, o si se ha formado un absceso, a veces es una indicación de que el diente y sus raíces están muertos. Extraer el diente suele ser la única opción. El bulto que resulta de un absceso está lleno de líquido infectado. El primer paso del dentista o endodoncista será drenarlo. Se pueden recetar antibióticos para evitar que la infección se propague más.
¿Cómo puedo prevenir la infección?
La forma número uno de evitar que la pulpa dental se infecte es practicando una buena higiene dental. Los mejores hábitos de cuidado bucal incluyen:
- Cepillado rutinario con pasta dental con flúor
- Uso diario del hilo dental
- Una dieta saludable que mantenga los alimentos y bebidas azucarados al mínimo
- Visitas regulares al dentista para un examen, limpieza profesional y radiografías (nuestra herramienta en línea puede ayudarlo a encontrar uno cerca de usted))
- Considere la posibilidad de aplicar selladores si es particularmente propenso a las caries
- Consulte a un dentista a la primera señal de dolor, o si un diente se astilla o se agrieta
Si un paciente hace todo lo posible para prevenir la caries dental en primer lugar, las bacterias no tendrán la oportunidad de llegar a la raíz del diente.